WASHINGTON (ESTADOS UNIDOS), 12 (TCA/dpa/EP)
Los representantes del PGA Tour defendieron este martes en el Senado de Estados Unidos su acuerdo de alrededor 1.000 millones de euros con el LIV Golf, circuito respaldado por Arabia Saudí, asegurando que el propósito de este es “preservar” su existencia y no una inyección “inmoral” de dinero.
“Nos enfrentábamos una amenaza existencial, nuestro único propósito era preservar nuestra existencia para que pudiéramos continuar beneficiando a nuestros jugadores y la calidad y nuestra capacidad de continuar liderando el golf profesional”, testificó el director de operaciones del PGA Tour, Ron Price, ante un subcomité del Senado de Estados Unidos.
El PGA Tour y el LIV Golf anunciaron el mes pasado un acuerdo para la creación de un circuito conjunto, después de que el torneo americano criticara duramente al saudí, suspendiendo incluso a los jugadores que optaron por jugar en sus torneos.
Los críticos del acuerdo citan abusos contra los derechos humanos por parte de Arabia Saudí y el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. Un informe de inteligencia de Estados Unidos concluyó que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammad bin Salman, probablemente aprobó la operación para matar o capturar a Khashoggi, una acusación que el país asiático niega.
Price acudió a la audiencia del martes junto a Jimmy Dunne, un miembro de la junta de la gira que ayudó a negociar el acuerdo que resolvió el litigio entre las dos partes. Aunque no ofrecieron una cifra exacta, afirmaron que la inversión saudí podría ser de casi 1.000 millones de euros.
Los encargados del circuito valoraron la realidad “sombría” a la que se enfrenta el PGA Tour en su lucha contra un fondo de inversión con cientos de miles de millones de euros para invertir. El circuito americano entiende, además, que no tener en cuenta a la organización saudí supondría que más jugadores cambiaran de circuito, por lo que con el tiempo LIV se “haría cargo por completo” del golf profesional.
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