El 23 de septiembre es una fecha que resuena con un significado especial en el corazón de todos los sportinguistas. Es el día en que nació Enrique Castro, más conocido como “Quini”, una leyenda del fútbol que dejó una huella imborrable en el Sporting de Gijón. Aunque Quini nos dejó hace unos años, su legado sigue vivo y su espíritu indomable perdurará por siempre en los corazones de aquellos que tuvieron el privilegio de verlo jugar y de todos los que llevan la camiseta rojiblanca con orgullo.
El Comienzo de una carrera brillante:
Quini nació en Oviedo, Asturias, en 1949. Desde temprana edad, su amor por el fútbol brilló con intensidad. Comenzó su carrera en el Sporting de Gijón en 1968 y rápidamente se destacó como uno de los delanteros más talentosos de su generación. Su habilidad para anotar goles y su pasión por el juego lo convirtieron en el jugador más querido de la afición sportinguista.
El “Brujo” de El Molinón:
Durante su tiempo en el Sporting, Quini anotó más de 200 goles, estableciendo récords que aún hoy perduran. Su apodo, el “Brujo”, reflejaba su capacidad sobrenatural para marcar goles en situaciones imposibles, su especialidad, el remate de cabeza. Cada vez que tocaba el balón, la esperanza inundaba las gradas y la emoción se desataba. En su carrera Quini consiguió siete trofeos de máximo goleador, cinco en primera división y dos en segunda.
El Real Sporting de Gijón jugaba en el día que nació la estrella
El sábado 23 de septiembre, el Real Sporting de Quini tenía la oportunidad de rendirle homenaje enfrentándose al FC Andorra. Sin embargo, el Sporting no pudo irse con los tres puntos del Estadi Nacional, pero sí con un empate fuera de casa que deja a los rojiblancos en séptima posición.
A pesar de no ganar el partido, la mareona sabe que la mejor forma de rendir homenaje a la gran leyenda del futbol español es con el ascenso a primera división.
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