VALÈNCIA, 22 (EUROPA PRESS)
El Palau de les Arts de València cierra el círculo de las grandes óperas de Giuseppe Verdi presentando por primera vez ‘Un ballo in maschera’, en una producción propia con la Staatsoper Unter den Linden de Berlín que acerca la historia a la actualidad con una ambientación ochentera pero que venera lo fundamental: la belleza de la obra del genio verdiano.
Si algo caracteriza la etapa del director artístico de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, al frente del coliseo es la voluntad de ampliar el repertorio de la institución y abrir nuevos caminos para su público. En el estreno absoluto de este nuevo montaje, –que acogió en tarde de este domingo el coliseo– se comprobó que había ganas de este clásico verdiano y los espectadores que llenaron la Sala Principal disfrutaron de la velada, tanto que, además de la larga ovación final, premiaron con aplausos varios momentos a lo largo de la función.
Para este proyecto, Les Arts ha diseñado un equipo creativo en el que la dirección musical está a cargo de Antonino Fogliani, y la de escena viene firmada por Rafael R. Villalobos.
Fogliani regresa al teatro valenciano después de su participación en ‘Madama Butterfly’ en 2021. Reconocido experto en el repertorio italiano, el maestro de Messina guía a la excelente Orquestra de la Comunitat Valenciana, celebrada una ves más por su público.
Igualmente, dirige un reparto con intérpretes de referencia, que encabezan el tenor Francesco Meli (Riccardo) y la soprano Anna Pirozzi (Amelia), dos de las estrellas de la ópera verdiana más cotizadas en la actualidad y que lograron el calor del respetable en el estreno. Junto a ellos, el barítono italiano Franco Vassallo (Renato) y la soprano valenciana Marina Monzó (Oscar) –ambos muy aplaudidos también– y la mezzosoprano polaca Agnieszka Rehlis (Ulrica) conforman el quinteto protagonista.
El elenco de ‘Un ballo in maschera’ se completa con las voces de Toni Marsol (Silvano), Thomas Viñals (Un servo d’Amelia), Irakli Pkhaladze (Samuel) y Javier Castañeda (Tom).
Otro de los alicientes de esta producción es la presencia del joven director de escena sevillano Rafael R. Villalobos, quien ha conseguido en tiempo récord despuntar entre los nuevos valores de la escena operística europea. El español lidera un equipo creativo con Emanuele Sinisi (escenografía), el mediático diseñador Lorenzo Caprile (que ofrece un vestuario especialmente llamativo y reconocible en el baile final), Felipe Ramos (iluminación) y Javier Pérez (movimiento).
En ‘Un ballo in maschera’, Verdi abordó el asesinato del rey Gustavo III de Suecia, una historia que, por las restricciones de la censura, el compositor de Busseto se vio obligado a trasladar eventualmente a Boston y trasponer la figura del monarca en el gobernador de la colonia inglesa (Riccardo).
LOS AÑOS OCHENTA
Ahora, Villalobos avanza hasta los años 80 en los Estados Unidos, en un momento en el que “el tablero político cambia radicalmente con la democratización de la televisión, que llegue a todos los hogares bajo la presidencia del actor Ronald Reagan, que hace que la imagen política se convierta en algo tan importante como la propia política” y surge la cadena Fox y la televisión americana “se ultrapoliza”, en sus propias palabras. Por eso, los televisores están omnipresentes en este montaje de piel cinematográfica.
Además, aporta una visión más contemporánea convirtiendo a Óscar en un personaje que está transicionando en su género o planteando –a través del rol de Ulrika– del supremacismo blanco y la apropiación cultural al mostrar una mujer blanca y rica que se aprovecha de la necesidad del trabajo de una mujer negra para explotarla.
Aun así, esta mirada actualizada sirve para dejar una impronta propia, pero queda en un discreto segundo plano y no desvía la atención de la grandeza de la partitura. Y es que Verdi es Verdi y emerge por encima de cualquier disfraz.
‘Un ballo in maschera’ se volverá a representar de nuevo en Les Arts los próximos días 25 y 28 de abril y el 2 y el 5 de mayo.
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